La piel fina y delicada de los labios se ve bastante afectada por el viento, las bajas temperaturas, la calefacción y la sequedad del invierno. Si tenemos los cuidados adecuados, podemos evitar uno de los principales problemas de esta estación: los labios agrietados.
1. Hidratación de dentro hacia fuera
Si tus labios tienen aspecto arrugado y reseco, lo que te están pidiendo es hidratación, pero aquella que viene de dentro. Por eso, lo primero es mantener el hábito de beber dos litros de agua al día.
2. Exfoliación suave
Los labios secos se suelen descamar. Huye de la tentación de mordisquear la piel levantada de tus labios para evitar que se formen heridas que, además de no tener buen aspecto, suelen molestar un montón. Por lo menos una vez por semana, hazte una exfoliación suave. Esta es la forma correcta de eliminar las células muertas y el exceso de pieles de la zona.
3. Bálsamo a todas horas
La hidratación interna es fundamental mas no suficiente. Utiliza un bálsamo para retener la hidratación y proteger los labios de las agresiones externas. El bálsamo es aquel producto que debes tener siempre contigo e ir aplicando al largo del día (después de cada comida y siempre que consideres necesario).
4. La saliva empeora el problema
Así como mordisquear, pasar la lengua alrededor de los labios para humedecerlos empeora el problema. La saliva no ayuda a hidratar la piel de los labios, sino que a la larga los seca más. Es el típico caso en el que “el remedio es peor que la enfermedad”.
5. Atención al contorno
Evita que la sequedad favorezca el aparecimiento de líneas de expresión y arrugas en el contorno de los labios con cuidados específicos. Un truco infalible es aplicar tu contorno de ojos también en esta zona.
6. Mientras duermes
Así como la piel del rostro, la piel de los labios utiliza la noche y el sueño para nutrirse y regenerarse en profundidad. Incluye la aplicación del bálsamo labial en tu rutina de belleza antes de acostarte y notarás la diferencia.