Sales de casa y coges las llaves, las gafas de sol y el sombrero, pero… ¿y la protección solar?

Claro que siempre la llevas contigo, además te la has aplicado 20 minutos antes para que haga efecto.

Sobretodo en verano proteges tu piel del sol. ¿Pero seguro que lo has hecho de la mejor forma posible o se podría mejorar?

Hay ciertas partes del cuerpo de las que solemos olvidarnos a la hora de protegernos del sol. ¿Cuál es la que se te olvida a ti?

1 EL CUERO CABELLUDO

El pelo no es un gran protector solar, y la crema en el pelo es súper engorrosa, lo sé. Pero tu cabeza está muy expuesta así que sombrero o crema. No querrás darte cuenta el día después de que te has olvidado de proteger esta parte.

2 LOS LABIOS

Los labios son una de las primeras partes donde se nota la deshidratación. Esto se debe a que su piel es considerablemente más fina que la del resto del cuerpo. Así que son muy sensibles y proclives a las quemaduras. Utiliza siempre protector labial.

3 LOS PÁRPADOS

Sí, a no ser que los protejas también se queman. Igual que sucede con los labios, esta piel es más fina que la del resto de la cara. La mejor forma de protegerlos es usando gafas de sol y además una hidratante con factor de protección de no menos 15 SPF. La piel de los párpados absorberá mejor la crema hidratante que el protector solar.

4 DEBAJO DE ESAS TIRAS

Incluso si usas un bikini con protección solar siempre quedan partes de piel donde no has aplicado el protector solar. Porque aunque no te importe mancharlo y te eches la crema hasta el tejido el más mínimo movimiento puede dejar parte de tu piel expuesta. Por eso te recomendamos ponerte la crema antes que el bikini y así no te dejarás nada sin proteger.

5 LAS CORVAS

Pues sí, la parte de atrás de las rodillas. Cómo no se ven y al aplicar la crema normalmente tienes la rodilla doblada ni te das cuenta de que están ahí. Como se te olvide este punto estratégico caminarás como un pato y no querrás sentarte por algún tiempo. No seas malpensada que no es eso.

6 EL DORSO DE LAS MANOS

Lo sé. A nadie le gusta andar pringosa de protector solar y por eso te lavas las manos al acabar de aplicarlo. Y sin darte cuenta has dejado tus manos desprotegidas. La palma suele tener menos problemas pero en un descuido el dorso se nos ha quemado. Una solución puede ser utilizar, como en los párpados, una crema hidratante con protección solar.

7 LOS EMPEINES

Cuando te aplicas el protector muchas veces estás calzada o entonces ya tienes la planta del pie llena de arena y no estás tu para exfoliaciones. El caso es que al llegar al tobillo se acaba la protección y el empeine está expuesto al sol constantemente.

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